La sexualidad no se jubila ni se termina con la edad. A medida que pasan los años, hombres y mujeres sufren cambios biológicos en la manera de sentir y disfrutar del sexo que es importante conocer. Muchas personas se desconciertan con ello cuando carecen de la información necesaria y no entienden qué les sucede. Por... Leer más » La entrada La sexualidad no se jubila (Podcast episodio 59) se publicó primero en Información sexual.
La sexualidad no se jubila ni se termina con la edad. A medida que pasan los años, hombres y mujeres sufren cambios biológicos en la manera de sentir y disfrutar del sexo que es importante conocer. Muchas personas se desconciertan con ello cuando carecen de la información necesaria y no entienden qué les sucede. Por...Leer más »
La sexualidad no se jubila ni se termina con la edad. A medida que pasan los años, hombres y mujeres sufren cambios biológicos en la manera de sentir y disfrutar del sexo que es importante conocer. Muchas personas se desconciertan con ello cuando carecen de la información necesaria y no entienden qué les sucede. Por ello, un tema recurrente y, a veces tabú, es lo que llamamos sexualidad en la vejez.
Os voy a presentar el caso de Marta y Jorge (nombres figurados). Ellos son pareja y llevan juntos más de tres décadas. Se quieren pero las relaciones sexuales se están convirtiendo en un problema y están perdiendo ganas y espontaneidad a la hora de su intimidad sexual.
Marta tiene 65 años y está empezando a evitar las relaciones sexuales porque ya no disfruta como antes. Hace un tiempo que observa que la penetración está resultando molesta cuando pasa de unos pocos minutos y la frecuencia sexual ha disminuido por esta causa. También ha bajado su deseo y las ganas empiezan a desaparecer. No entiende qué le está sucediendo y se pregunta si una cosa tiene que ver con la otra.
Jorge tiene 66 años y ha empezado a temer el momento de la intimidad sexual porque se siente menos hombre. Lleva meses sufriendo y disimulando mientras mantienen relaciones y se pone más nervioso en el momento del coito. Siente menos fuerza en su respuesta sexual y la erección no viene tan rápido como antes. En la última ocasión ha estado más preocupado por no perder la erección y poder dar placer a su pareja que por disfrutar él mismo. Y esto va de mal en peor.
Por suerte la sexualidad no se jubila nunca. Es una parte de la persona que nos va a acompañar y a evolucionar durante toda la vida. Somos personas sexuadas y sexuales desde que nacemos hasta que morimos y una sexualidad feliz es fuente de salud, de placer, comunicación y disfrute. Cada vez atiendo a más personas y parejas “maduritas” que pasan de los 60 años y consultan diversos problemas sexuales masculinos y femeninos.
La sexualidad cambia con la edad. Marta y Jorge son dos personas que están atravesando una adaptación natural. Si no comprendemos cómo afecta el paso de los años a nuestra sexualidad podemos empezar a desanimarnos y aparecen los problemas. En España hay más de 10 millones de personas mayores de 65 años y la mayoría con escasa información sexual.
MENOPAUSIA Y ANDROPAUSIA
La menopausia marca el final de la etapa reproductora en la mujer. Los ovarios dejan de funcionar y pasan de ser del tamaño de una almendra al de un hueso de aceituna. Los niveles hormonales en sangre bajan y pueden producirse algunos cambios que toda mujer debe conocer para no preocuparse. Y poder adaptarse a ellos. Las paredes de la vagina se hacen más finas y disminuye la lubricación durante la excitación sexual. Esto puede ser causa de roces y molestias internas durante la penetración que antes no sucedían.
Si una mujer conoce estos cambios, que son naturales, puede solucionarlos fácilmente con el uso de un lubricante hidrosoluble de aplicación local. Se puede poner una cantidad en el exterior de la vagina y también en el miembro masculino y facilitar así una mayor sensibilidad. Muchas parejas utilizan estos productos incluso sin necesitarlos porque aportan sensaciones más suaves y placenteras.
Por cierto, muchas mujeres que llegan a la menopausia reviven sexualmente y aumenta su deseo sexual por el hecho de estar liberadas del miedo al embarazo que las ha atenazado toda su vida.
La andropausia es la gran desconocida porque los hombres no sufrimos un parón definitivo de nuestros testículos. Los cambios suceden gradualmente y sin darnos cuenta. Los hombres producen espermatozoides y hormonas sexuales durante toda su vida, pero se reduce su cantidad con los años. Si hablamos de los cambios que los hombres observan en su sexualidad con la edad debemos señalar dos muy importantes: aumenta el tiempo para lograr la respuesta sexual (erección) y un hombre necesita del contacto físico directo genital para lograr la misma erección de siempre.
En otras palabras, necesitamos comprender y adaptarnos a los cambios sexuales que se producen con la edad y que empiezan a ser evidentes desde los 45 años en adelante.
ALGUNOS CONSEJOS Y ORIENTACIONES
Es importante tomar estos cambios, que suelen ser progresivos, como algo natural. Y adaptarnos a ellos como a otros aspectos de la vida. Una buena noticia es saber que durante toda la vida se mantiene el deseo sexual y las capacidades de respuesta sexual (erección y lubricación) y de alcanzar el orgasmo. Muchos hombres y mujeres observan además que aumenta el tiempo de recuperación sexual tras el orgasmo lo que no significa ningún problema en absoluto.
Por esto es importante recordar que el juego erótico, las caricias y el disfrute con todo nuestro cuerpo es más importante que nunca en una sexualidad donde la calidad frente a la cantidad toma protagonismo.
Una buena idea es dejar el coito para el final y aumentar el tiempo de juego sexual con caricias e incluso masturbación mutua. Esto va a ayudar a que ellas y ellos obtengan unos niveles de respuesta sexual suficientes para evitar los problemas de erección o dolor en el coito por sequedad vaginal que hemos señalado antes.
SEXUALIDAD DORMIDA
La sexualidad humana tiene una cualidad curiosa: se adapta al ritmo y frecuencia de cada persona. Y al uso que hacemos de ella. En ocasiones lo comparo con practicar un deporte y señalo la importancia de mantener una sexualidad activa. Recibo consultas de muchas personas que han pasado años de inactividad sexual por haber roto su relación de pareja o haber enviudado. Y que se enamoran y retoman una nueva relación amorosa y se encuentran con la sexualidad dormida. En estos casos es importante sincerarse y explicar lo que sucede para poder retomar juntos un encuentro sexual gratificante. Sin prisas pero sin pausas, aprovechando el renovado entusiasmo y una nueva relación motivadora. Hay que recordar que la sexualidad no se jubila y que podemos seguir disfrutando de ella toda la vida.
Es recomendable la masturbación individual para personas que pasan años sin pareja por separación o viudedad sin actividad sexual. Puede ser recomendable mantener una actividad autoerótica puntual como una manera de mantener viva tu capacidad sexual. Como decía Woody Allen “Masturbarse es hacer el amor con la persona que más quiero en este mundo”. Siempre con una actitud natural y sin forzarse.
No hay que olvidar que la sexualidad empieza por una misma, por uno mismo. Y luego se comparte. Me decía una mujer hace poco tiempo que es muy difícil disfrutar sexualmente en pareja cuando una misma no conoce su propio cuerpo. Demasiadas generaciones de mujeres han adoptado un rol sexual pasivo esperando que el hombre les dé placer y esto es un error. Nunca es tarde para reconocer el propio cuerpo, las preferencias individuales y el ritmo preferido.
Marta y Jorge lograron disfrutar de sus relaciones sexuales y se sienten mejor que nunca. Tú también puedes lograrlo con información, sensibilidad y un poco de ayuda en caso de necesitarlo.
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