En la entrevista con Tomas Utillano veremos diferentes aspectos de este grandísimo videógrafo. Su historia comienza por necesidades económicas. El había estudiado audiovisuales, y se dedicaba al videoarte. Esta modalidad de arte no le daba dinero suficiente para mantenerse, así que, buscando, contacto con una persona que necesitaba un videógrafo para una boda. Así comenzó a hacer bodas, para sacar el dinero que el videoarte no le había dado, aunque reconoce que los primeros años las hacía por necesidad, sin estar cómodo, no por gusto. Tiempo después de estar haciendo bodas, se dio cuenta de que este estilo de vídeos tenían todo le que él buscaba, trabajaba con personas reales, los sentimientos eran de verdad y no fingidos, se ponía directo a filmar sin necesidad de guión, etc. Fue viendo a Fran Montoro cuando al fin se decantó por esta rama. La práctica es algo realmente importante para él, poder acostumbrar tu ojo a captar momentos importantes, coger soltura a la hora de moverte, en general desarrollar tus habilidades como videógrafo. Comenta que conocer a los novios, entablar una relación con ellos antes de la boda, conocerlos mejor o incluso estar con ellos algunas noches antes es imprescindible, ya que ayudará a contar la historia que hay detrás del vídeo. Asegura que adora trabajar solo, ya que esto el facilita su trabajo de ser invisible, algo que cree una de las partes más importantes de su trabajo, ya que ayuda a que todo suceda con naturalidad, tal como es y sin actuaciones. Se inspira en improvisaciones musicales o humorísticas, ya que se siente identificado con el hecho de tener que ir improvisando sobre la marcha. También menciona el cine, los sonidos que lo envuelven día a día, la naturaleza y el fulgor de la ciudad. Recalca que el equipo técnico no es para nada importante, y que el resultado de un trabajo audiovisual será en dependencia del videógrafo y de lo que hay en su cabeza, la cámara es tan solo un medio para contar tu historia. Señala que no hay que tener miedo a innovar, a salir de los márgenes que están impuestos, y que lo más importante de todo es no menospreciar el trabajo de uno mismo, ya que si este trabajo te gusta a ti, le gustará a la gente. Sus objetivos primordiales son hacer una buena toma, estar atento a lo que pasa en todo momento y capturar los momentos realmente importantes de la boda. Otro objetivo es no contar la historia de una manera cursi, si no de forma que los sentimientos sean lo más realistas posible y sin idealizarlos. Posiblemente uno de lo que considera más importante, es el hecho de filmar a los novios como realmente son, mostrar que tienen una vida detrás del vídeo, unos miedos, etc… No busca un vídeo plano y común. Nos comenta que es muy importante la formación, hacer cursos y talleres, y recalca que es indispensable hacer workshops o talleres de fotografía, así como ponerlo todo en práctica y cometer errores para aprender de ellos. En definitiva, el se siente orgulloso de su trabajo, y no lo cambiaría por nada, aunque actualmente está empezando a trabajar en otros proyectos de retratos audiovisuales. Como siempre, pedimos tres consejos: El primero es ser rebeldes, no escuchar lo que digan los demás, hacer lo que queremos y creemos que es lo mejor. Su segundo consejo es que hagas lo que hagas, tienes que estar cómodo. Por último, ponte un límite en cuanto a equipos se refiere, no compres todo lo que sale al mercado ni lo último en tecnología.
En la entrevista con Tomas Utillano veremos diferentes aspectos de este grandísimo videógrafo. Su historia comienza por necesidades económicas. El había estudiado audiovisuales, y se dedicaba al videoarte. Esta modalidad de arte no le daba dinero s