History of the Christian Church   /     50-Que lio tenemos ahora

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El t铆tulo de este episodio es "隆Que lio tenemos ahora!" Como lo hemos hecho antes, es tiempo de repasar lo que ha estado pasando y revisar el material que ya hemos cubierto para poder lanzarnos a la siguiente etapa de nuestro viaje en la Historia de la Iglesia. Los misioneros Anglosajones a Alemania hab铆an recibido el apoyo de Carlos Martel, fundador de la Dinast铆a Carolingia. Martel apoy贸 estas misiones debido a su deseo de expandir su gobierno hacia el este hacia Baviera. El Papa estaba agradecido por su apoyo, y por la victoria de Carlos sobre los musulmanes en la Batalla de Tours. Pero Martel cayo del favor papal cuando confisc贸 tierras de la Iglesia. Al principio, la Iglesia consinti贸 en que tomara bienes para producir ingresos para evitar la amenaza musulmana. Pero una vez que esa amenaza llego a su conclusion, se neg贸 a devolver las tierras. Para hacer que las cosas se volvieran peores, Martel ignor贸 la solicitud de ayuda del Papa contra los Lombardos que estaban tomando el control de una buena parte de Italia. Martel neg贸 la asistencia porque en ese momento los Lombardos eran sus aliados. Pero una nueva era comenz贸 con el reinado del heredero de Martel, Pipino o como es m谩s conocido, Pipino III. Pipino fue criado en el monasterio de St. Denis cerca de Par铆s. 脡l y su hermano fueron ayudados por el l铆der de la iglesia Bonifacio para llevar a cabo una reforma importante de la iglesia Franca. Estas reformas del clero y la organizaci贸n eclesi谩stica provocaron una renovaci贸n de la vida religiosa e intelectual y hicieron posible el renacimiento educativo asociado con el m谩s grande de los gobernantes Carolingios, Carlomagno y su Renacimiento. En el a帽o 751, Pipino persuadi贸 al Papa Zacar铆as para permitir que Bonifacio lo ungiera, Rey de los Francos, suplantando la dinast铆a Merovingia. Luego, otro paso importante en la relacion iglesia-Estado pas贸 con el Papa Esteban II pidiendole ayuda a Pip铆no contra los Lombardos. El Papa puso a Roma bajo la protecci贸n de Pip铆no y lo reconoci贸 a 茅l y a sus hijos como "Protectores de los Romanos". Como hemos visto recientemente, toda esta alianza Iglesia-Estado lleg贸 a una culminaci贸n importante con la coronaci贸n de Carlomagno como Emperador del Sacro Imperio Romano Germ谩nico en el a帽o 800 d.C. Durante alg煤n tiempo los Papas en Roma hab铆an estado buscando una manera de aflojar sus lazos con el Imperio Oriental y Constantinopla. Algunos acontecimientos religiosos en el Oriente brindaron a los Papas la oportunidad de liberarse por fin. La Pol茅mica Iconoclasta que domino los asuntos Orientales dio a los Papas una cosa m谩s con la que expresar su descontento. Echaremos un vistazo m谩s de cerca a la controversia m谩s adelante. Por ahora, es suficiente decir que el Emperador Oriental Le贸n III prohibi贸 el uso de iconos como im谩genes de devoci贸n religiosa en el a帽o 726 d.C. Los partidarios de los iconos finalmente prevalecieron, pero s贸lo despu茅s de un siglo de amarga y a veces violenta disputas. El Papa Gregorio II rechaz贸 el edicto de Leon que prohib铆a los iconos y hizo muy vocal su falta de respeto por la autoridad del Emperador. La pomposa y feroz carta de Gregorio al Emperador fue larga y sin apoyo, pero muy dram谩tica en su rechazo de la intromisi贸n de los gobernantes seculares en los asuntos de la Iglesia. El Papa Gregorio escribi贸: "隆Escucha! Los dogmas no son asunto de los emperadores, sino de los pont铆fices". El reinado de lo que Occidente consideraba una dinast铆a her茅tica en el Oriente le dio al Papa la excusa que necesitaba para separarse del Oriente y encontrar un nuevo protector, que era devoto y ortodoxo. La alianza entre el papado y los Carolingios representa la culminaci贸n de esa b煤squeda, y abri贸 un nuevo y trascendental cap铆tulo en la historia del Cristianismo Medieval Europeo. En respuesta al llamado del Papa Esteban de ayuda en contra de los Lombardos, Pip铆no recuper贸 los territorios de la Iglesia en Italia y se los entreg贸 al Papa, una acci贸n conocida como la "

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El t铆tulo de este episodio es 隆Que lio tenemos ahora! Como lo hemos hecho antes, es tiempo de repasar lo que ha estado pasando y revisar el material que ya hemos cubierto para poder lanzarnos a la siguiente etapa de nuestro viaje en la Historia de la
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2021-03-10 22:40
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  Lance Ralston
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El t铆tulo de este episodio es "隆Que lio tenemos ahora!" Como lo hemos hecho antes, es tiempo de repasar lo que ha estado pasando y revisar el material que ya hemos cubierto para poder lanzarnos a la siguiente etapa de nuestro viaje en la Historia de la Iglesia. Los misioneros Anglosajones a Alemania hab铆an recibido el apoyo de Carlos Martel, fundador de la Dinast铆a Carolingia. Martel apoy贸 estas misiones debido a su deseo de expandir su gobierno hacia el este hacia Baviera. El Papa estaba agradecido por su apoyo, y por la victoria de Carlos sobre los musulmanes en la Batalla de Tours. Pero Martel cayo del favor papal cuando confisc贸 tierras de la Iglesia. Al principio, la Iglesia consinti贸 en que tomara bienes para producir ingresos para evitar la amenaza musulmana. Pero una vez que esa amenaza llego a su conclusion, se neg贸 a devolver las tierras. Para hacer que las cosas se volvieran peores, Martel ignor贸 la solicitud de ayuda del Papa contra los Lombardos que estaban tomando el control de una buena parte de Italia. Martel neg贸 la asistencia porque en ese momento los Lombardos eran sus aliados. Pero una nueva era comenz贸 con el reinado del heredero de Martel, Pipino o como es m谩s conocido, Pipino III. Pipino fue criado en el monasterio de St. Denis cerca de Par铆s. 脡l y su hermano fueron ayudados por el l铆der de la iglesia Bonifacio para llevar a cabo una reforma importante de la iglesia Franca. Estas reformas del clero y la organizaci贸n eclesi谩stica provocaron una renovaci贸n de la vida religiosa e intelectual y hicieron posible el renacimiento educativo asociado con el m谩s grande de los gobernantes Carolingios, Carlomagno y su Renacimiento. En el a帽o 751, Pipino persuadi贸 al Papa Zacar铆as para permitir que Bonifacio lo ungiera, Rey de los Francos, suplantando la dinast铆a Merovingia. Luego, otro paso importante en la relacion iglesia-Estado pas贸 con el Papa Esteban II pidiendole ayuda a Pip铆no contra los Lombardos. El Papa puso a Roma bajo la protecci贸n de Pip铆no y lo reconoci贸 a 茅l y a sus hijos como "Protectores de los Romanos". Como hemos visto recientemente, toda esta alianza Iglesia-Estado lleg贸 a una culminaci贸n importante con la coronaci贸n de Carlomagno como Emperador del Sacro Imperio Romano Germ谩nico en el a帽o 800 d.C. Durante alg煤n tiempo los Papas en Roma hab铆an estado buscando una manera de aflojar sus lazos con el Imperio Oriental y Constantinopla. Algunos acontecimientos religiosos en el Oriente brindaron a los Papas la oportunidad de liberarse por fin. La Pol茅mica Iconoclasta que domino los asuntos Orientales dio a los Papas una cosa m谩s con la que expresar su descontento. Echaremos un vistazo m谩s de cerca a la controversia m谩s adelante. Por ahora, es suficiente decir que el Emperador Oriental Le贸n III prohibi贸 el uso de iconos como im谩genes de devoci贸n religiosa en el a帽o 726 d.C. Los partidarios de los iconos finalmente prevalecieron, pero s贸lo despu茅s de un siglo de amarga y a veces violenta disputas. El Papa Gregorio II rechaz贸 el edicto de Leon que prohib铆a los iconos y hizo muy vocal su falta de respeto por la autoridad del Emperador. La pomposa y feroz carta de Gregorio al Emperador fue larga y sin apoyo, pero muy dram谩tica en su rechazo de la intromisi贸n de los gobernantes seculares en los asuntos de la Iglesia. El Papa Gregorio escribi贸: "隆Escucha! Los dogmas no son asunto de los emperadores, sino de los pont铆fices". El reinado de lo que Occidente consideraba una dinast铆a her茅tica en el Oriente le dio al Papa la excusa que necesitaba para separarse del Oriente y encontrar un nuevo protector, que era devoto y ortodoxo. La alianza entre el papado y los Carolingios representa la culminaci贸n de esa b煤squeda, y abri贸 un nuevo y trascendental cap铆tulo en la historia del Cristianismo Medieval Europeo. En respuesta al llamado del Papa Esteban de ayuda en contra de los Lombardos, Pip铆no recuper贸 los territorios de la Iglesia en Italia y se los entreg贸 al Papa, una acci贸n conocida como la "Donaci贸n de Pip铆no". Esto confirm贸 la situaci贸n jur铆dica de los Estados Pontificios. Casi al mismo tiempo, la reivindicaci贸n del Papa del gobierno de Italia y la independencia del Imperio Romano Oriental se vio reforzada por la aparici贸n de una de las grandes falsificaciones de la Edad Media, la Donaci贸n de Constantino. Este documento falso afirmaba que Constantino el Grande le hab铆a dado a Roma y la parte occidental del Imperio al obispo de Roma cuando traslad贸 la capital del imperio al Oriente. La donaci贸n no se expuso como una falsificaci贸n hasta el siglo 15. El acto final en el intento de los papas de liberarse de Constantinopla se produjo el d铆a de Navidad del a帽o 800, cuando el Papa Le贸n III revivi贸 el Imperio en el Occidente al coronar a Carlomagno como Emperador del Sacro Imperio Romano Germ谩nico. Fue algo bastante chistoso, como dec铆a un comentarista: el Sacro Imperio Romano Germ谩nico no era ni Santo, ni Romano, y apenas se le podia llamar un Imperio. El erudito principal de Carlomagno era el Brit谩nico Alcuino, que hab铆a sido maestro de la escuela catedralicia en York. Fue cortejado por Carlomagno para hacer su capital en Aquisgr谩n en la frontera entre Francia y Alemania, el nuevo centro de la educaci贸n y escolaridad de Europa. Alcuin hizo precisamente eso. Si la escuela de Aquisgr谩n no planto las semillas que m谩s tarde florecer铆an en el Renacimiento, ciertamente prepar贸 el suelo para que floreciera. Alcuino influy贸 profundamente en la direcci贸n intelectual, cultural y religiosa del Imperio Carolingio, como revelan las 300 cartas que el escribi贸. Su influencia se ve mejor en los manuscritos de la escuela en Tours, donde m谩s tarde se convirti贸 en abad. Su influencia tambi茅n se demuestra en sus escritos educativos, la revisi贸n del texto b铆blico, los comentarios y la finalizaci贸n de su versi贸n de la liturgia de la Iglesia. Normaliz贸 la ortograf铆a y la escritura, reform贸 la pr谩ctica misionera y contribuy贸 a la organizaci贸n de las regulaciones de la iglesia. Alcuino fue el principal te贸logo en la lucha contra la herej铆a del Adopcionismo. Los adopcionistas dijeron que Jes煤s era simplemente un ser humano que Dios adopt贸 y HIZO un Hijo. Alcuino fue un firme defensor de la ortodoxia cristiana y la autoridad de la Iglesia, la preeminencia del Obispo Romano y de la posici贸n sagrada de Carlomagno como Emperador. Muri贸 en el a帽o 804. El momento en el que Alcuino vivi贸 ciertamente necesitaba las reformas que trajo y fue el agente perfecto para traerlas. Desde la escuela del palacio de Aquisgr谩n, una generaci贸n de sus estudiantes salieron a dirigir las escuelas monasticas y catedralicias a trav茅s de la tierra. A pesar de que el Imperio de Carlomagno apenas sobrevivi贸 a su fundador, el resurgimiento de la educaci贸n y la religi贸n asociados con 茅l y Alcuino ilumin贸 la cultura Europea durante el per铆odo sombr铆o y ca贸tico que le sigui贸. Este Renacimiento Carolingio se enfoco en los cl谩sicos de la antig眉edad y la primera iglesia Cristiania para sus modelos. El problema era que s贸lo hab铆a un erudito occidental que todav铆a conoc铆a el griego, el irland茅s John Scotus Erigena. Aun as铆, los manuscritos producidos durante esta 茅poca forman la base de la que los historiadores modernos obtienen una imagen del pasado. Fueron estos textos cl谩sicos, traducidos del Griego al Lat铆n los que alimentaron el Renacimiento Europeo posterior. El vigor intelectual estimulado por el Renacimiento Carolingio y el dinamismo pol铆tico del Imperio revivido estimularon nuevas actividades teolog铆cas. Se debati贸 sobre el continuo problema Iconoclasta en el Oriente. El antagonismo pol铆tico entre los emperadores Orientales y Carolingios condujo a un ataque por te贸logos en el Occidente sobre las pr谩cticas y creencias de la Iglesia Ortodoxa en el Este. Estas obras pol茅micas sobre los 'Errores de los Griegos' florecieron durante el siglo 9 como resultado del Cisma de Focio. En el a帽o 858, el Emperador Bizantino Miguel III depuso al Patriarca Ignacio I de Constantinopla, sustituy茅ndolo por un erudito laico llamado Focio I, tambi茅n conocido como Focio el Grande. El ahora depuesto Ignacio hizo un llamamiento al Papa Nicol谩s I para que lo restaurara, mientras que Focio le pidi贸 al Papa que reconociera su nombramiento. El Papa orden贸 la restauraci贸n de Ignacio y las relaciones entre el Oriente y Occidente se hundieron a煤n m谩s. El drama termin贸 en el a帽o 867 cuando el Papa Nicol谩s muri贸 y Focio fue depuesto. Los te贸logos Latinos tambi茅n criticaron a la iglesia Oriental por su m茅todo diferente para decidir la fecha de la Pascua, la diferencia en la forma en que el clero se cortaba el pelo y el celibato de los sacerdotes. La Iglesia Oriental permitia que los sacerdotes se casaran mientras exig铆a que los monjes fueran c茅libes, mientras que la Iglesia occidental requer铆a el celibato de ambos. Otro debate doctrinal importante fue la controversia sobre la Clausula Filioque que tocamos brevemente en un episodio anterior. El punto es que la Controversia se enfoco de la redacci贸n del Credo de Nicea en relacion con el Esp铆ritu Santo. El Credo original dec铆a que el Esp铆ritu Santo proced铆a del Padre. Un poco m谩s tarde, la Iglesia Occidental alter贸 un poco la redacci贸n para afirmar la igualdad del Hijo de Dios con el Padre. As铆 que dijeron que el Esp铆ritu proced铆a tanto del Padre como del Hijo. Filioque es Lat铆n para "y el Hijo" dandole as铆 el nombre de a la controversia. La Iglesia Oriental vio esta adici贸n como una peligrosa manipulaci贸n del Credo y se neg贸 a aceptarla mientras que la cl谩usula filioque se convirti贸 en una parte est谩ndar de lo que se consideraba doctrina normativa en el Occidente. Otra discusi贸n importante surgi贸 sobre la cuesti贸n de la predestinaci贸n. Un monje Carolingio llamado Gottschalk, que estudi贸 la teolog铆a de Agust铆n cuidadosamente, fue el primero en ense帽ar "doble predestinaci贸n"; la creencia de que algunas personas est谩n predestinadas a la salvaci贸n, mientras que otras est谩n predestinadas a la condenaci贸n. Fue juzgado y condenado por sus opiniones por 2 s铆nodos y finalmente encarcelado por el Arzobispo de Rheims. Gottschalk muri贸 20 a帽os despu茅s, manteniendo sus puntos de vista hasta el final. La otra cuesti贸n teol贸gica importante de la era Carolingia era en referencia a la Cena del Se帽or. El influyente Abad de Corbie escribi贸 un tratado titulado Sobre el Cuerpo y la Sangre del Se帽or. Esta fue la primera declaraci贸n clara de una doctrina de la "presencia real" del cuerpo y la sangre de Cristo en los elementos de la Comuni贸n, m谩s tarde llamada la doctrina de la "transubstanciaci贸n", una cuesti贸n que se convertir谩 en un punto candente en el debate entre la Iglesia Romana y los Reformadores. Las reformas del Rey Pip铆no y del Papa Bonifacio centraron su atenci贸n en los sacerdotes. Estaba claro para todos que el clero deber铆a llevar vidas m谩s all谩 del reproche. Que s铆nodo despu茅s de s铆nodo durante los 6潞, 7潞 y 8潞 siglos tuvieron que hacerlo una cuesti贸n tan importante demostr贸 la necesidad de reforma. Entre las violaciones advertidas se encuentran el rechazo del celibato, la gula, la embriaguez, las relaciones obscenas con las mujeres, la caza, el porte de armas y frecuentar las tabernas. Los desarrollos mon谩sticos en estos momento fueron significativos. El 茅nfasis estaba en la normalizaci贸n y centralizaci贸n. Entre los a帽os 813 y 17 se adopt贸 una regla Benedictina rectificada para todo el Imperio Carolingio. Otro Benedicto, un monje de Borgo帽a, fue responsable de un r茅gimen ultra estricto. El sucesor de Carlomagno, Luis el Piadoso, nombr贸 a Benedicto el supervisor de todos los monasterios del reino, y unos a帽os m谩s tarde su regla Benedictino rectificada se hizo obligatoria para todos los monasterios. Lamentablemente, con poco efecto a largo plazo. Cuando Luis reemplazo a Carlomagno, el Papa fue capaz de recuperar su independencia, despu茅s de una larga dominaci贸n por el Emperador. La teocracia imperial del reinado de Carlomagno hab铆a dado lugar a una "iglesia del Estado" como ya exist铆endo en el Este. Pero el papado hizo hincapi茅 en la superioridad del poder espiritual sobre lo secular. Este se vio reforzado por la falsa Donaci贸n de Constantino con su 茅nfasis en la preeminencia papal en el gobierno del Imperio, y no s贸lo en la Iglesia. A mediados del siglo 9, los sacerdotes de Rheims produjeron otra notable falsificaci贸n, los Falsas Decretales. Logrados con gran ingenio, los Decretales fueron dise帽ados para proporcionar una base en la ley que protegiera los derechos de los obispos. Incluyeron la falsa Donaci贸n de Constantino y se convirtieron en una parte central del canon del derecho medieval. Afianz贸 las reivindicaciones papales de supremac铆a en los asuntos eclesi谩sticos sobre la autoridad secular. El primer Papa en hacer uso de las Falsas Decretales fue Nicol谩s I. Reconoci贸 el peligro de una Iglesia dominada por gobernantes civiles y estaba determinado de evitar esto subrayando que el gobierno de la iglesia se centraba en Roma, no en Constantinopla, y ciertamente no en alguna ciudad menor como Mil谩n o R谩vena. Desde finales del siglo 9 hasta mediados del siglo 11, la Cristiandad Occidental estuvo acosada por una serie de grandes desaf铆os que dejaron a la regi贸n vulnerable. El Imperio Carolingio se fragmento, sin dejar un gran poder militar para defender Europa Occidental. Los ataques de los musulmanes en el sur, una nueva ola de ataques de los Magiares en el Oriente, y las incesantes incursiones de los N贸rdicos por todo el Imperio convirtieron los fragmentos del imperio en astillas. Un contempor谩neo lament贸: "隆Una vez tuvimos un rey, ahora tenemos reyezuelos!" Para muchos europeos occidentales, parec铆a que el fin del mundo estaba cerca. Los papas ya no ten铆an gobernantes Carolingios como protectores. As铆 que el papado se involucr贸 cada vez m谩s en las luchas de poder entre la nobleza para el gobierno de Italia. Los Papas se convirtieron en partidarios de una facci贸n pol铆tica u otra; a veces voluntariamente, otras veces forzados. Pero el resultado acumulativo fue un declive espiritual y moral. Por ejemplo, el Papa Esteban VI tom贸 venganza contra el Papa anterior al tener su cuerpo desenterrado y llevado ante un s铆nodo, donde fue apoyado en una silla para ser juzgado. Tras la condena, el cuerpo fue arrojado al r铆o T铆ber. Luego, en el mismo a帽o el propio Esteban fue derrocado. Fue estrangulado mientras estaba en prisi贸n. Hubo un casi completo fallo de orden civil en Europa durante el siglo 10 y las propiedades de la Iglesia fueron saqueadas por los invasores o cayeron en manos de la nobleza. Los nobles trataban a las iglesias y monasterios como su propiedad privada para hacer o deshacer cuando lo que deseaban. El clero se volvi贸 indiferente a su deber. Su analfabetismo y inmoralidad crecieron. El siglo 10 fue una aut茅ntica era oscura, al menos en lo que respecta a la condici贸n de la Iglesia. Sin protecci贸n imperial, los papas se convirtieron en juguetes indefensos para la nobleza, que lucharon por tener el control al nombrar a sus parientes y favoritos pol铆ticos a posiciones de poder. En una cr贸nica del obispo Alem谩n de Cremona pinta una imagen gr谩fica del libertinaje sexual en la Iglesia. Aunque hubo papas incompetentes y inmorales durante este tiempo, continuaron siendo respetados en todo el Occidente. Los Obispados y las Abadias fueron fundados por laicos despu茅s de que obtuvian la aprobaci贸n de la corte papal. Las peregrinaciones a Roma no disminuyeron durante esta 茅poca, ya que los cristianos visitaban los lugares sagrados del Occidente; es decir, las tumbas de Pedro y Pablo, as铆 como una serie de otras reliquias veneradas all铆. En el punto m谩s bajo del siglo 10, durante el reinado del Papa Juan XII, del a帽o 955-64, un cambio importante en la pol铆tica Italiana afect贸 al papado. Surgi贸 una monarqu铆a Alemana independiente y capaz. Esta dinast铆a Sajona comenz贸 con la elecci贸n de Enrique I y continu贸 con su hijo, Otto I, alias Otto el Grande. Otto desarroll贸 una estrecha relaci贸n con la Iglesia en Alemania. Obispos y abades recibieron los derechos y el honor de la alta nobleza. La iglesia recibi贸 enormes extensiones de tierra. A trav茅s de esta alianza con la Iglesia, Otto ten铆a como objetivo controlar a los nobles rebeldes de su reino. Pero la nueva aristocracia espiritual creada por Otto no era hereditaria. Los obispos y los abades no pod铆an "transmitir" sus privilegios a sus sucesores. El Rey le concedia el favor a quien eligiera. Por lo tanto, podr铆a contar con su lealtad con m谩s facilidad. De hecho, los obispos alemanes contribuyeron con dinero y armas para ayudar a los Reyes Alemanes a expandirse hacia Italia, lo que ahora son las regiones de Alemania Oriental y Polonia. Otto ayud贸 a sacar el papado del fango de la pol铆tica Italiana. Su entrada en los asuntos Italianos fue una decisi贸n crucial. March贸 hacia el sur hacia Italia para casarse con Adelaida de Borgo帽a y declararse Rey de los Lombardos. Diez a帽os m谩s tarde, volvi贸 a marchar hacia el sur por invitaci贸n del Papa Juan XII. En febrero del a帽o 962, el Papa intent贸 una renovaci贸n del Sacro Imperio Romano Germ谩nico al coronar a Otto y Adelaida en San Pedro. Pero el precio que pago el Papa por el apoyo de Otto fue otra ronda de interferencia en los asuntos de la Iglesia. Durante los siguientes 300 a帽os, cada nuevo monarca Alem谩n sigui贸 su elecci贸n haciendo una marcha a Roma para ser coronado como Emperador. Pero en este punto, no fueron tanto los Papas los que hicieron a los Emperadores como los Emperadores los que hicieron a los Papas. Y cuando un Papa caia en el lado malo del gobernante, era convenientemente etiquetado como 'anti-Papa' y depuesto, para ser reemplazado por el siguiente tipo. Era la era de las sillas musicales en Roma; quien agarraba la silla papal cuando la m煤sica se detenia se sentaba. Pero cuando el Emperador ordena a la banda que vuelva a tocar, quien est茅 en la silla tiene que ponerse de pie y el juego comienza de nuevo. Para que no pienses que estoy exagerando el caso, en el a帽o 963 Otto regres贸 a Roma, convoc贸 un s铆nodo que encontr贸 al Papa Juan culpable de una lista de cr铆menes s贸rdidos y lo depuso. En su lugar, eligieron a un laico, que recibi贸 todas sus 贸rdenes eclesi谩sticas en un solo d铆a para convertirse en el Papa Le贸n VIII. Se las arregl贸 para sentarse en la silla del Papa menos de un a帽o antes de que la m煤sica comenzara de nuevo.