Imaginando llegar a Venecia por el mar, como los que llegaban a bordo de una nave, se ve sobresalir la inconfundible imagen del Palacio Ducal, el edificio más cĂ©lebre de la ciudad, el sĂmbolo más representativo de su cultura que contribuye, junto con la basĂlica de San Marco en el fondo y la placita en primer plano, a configurar uno de los escenarios más famosos del mundo.